En Tánger, donde me crié allá por los años sesenta, conocí a Eduardo Haro Tecglen, el cronista rojo de El País que falleció en Madrid el pasado 18 de octubre. Precedido por una reputación de gran profesional, Eduardo llegó a la Ciudad del Estrecho para dirigir el diario de lengua castellana España, que allí se editaba desde que las tropas de Franco, en 1940, ocuparan esa urbe administrada entonces por las naciones firmantes del Tratado de Algeciras (1906).
Eduardo sustituía a Manuel Cerezales, otro gran periodista. Pero a diferencia de éste que era –además de esposo de la novelista Carmen Laforet– una persona reservada y casi encerrada en su universo profesional, Haro y su esposa de entonces Pilar Ybars se integraron de inmediato al mundillo intelectual de Tánger.
En aquella época, aunque Marruecos había conseguido su independencia en 1956 y por consiguiente Tánger había perdido su carácter internacional, aún flotaban en el (...)