El 1 de enero de 2009, algunos de los veintisiete Estados miembro de la Unión Europea correrán el riesgo de estar dotados de instituciones que han sido rechazadas por su pueblo. El Tratado de Lisboa –firmado en diciembre pasado por los jefes de Estado o de Gobierno– deberá, entonces, estar ratificado por todos los países miembros de la Unión. Hungría, Malta, Eslovenia, Rumanía y Francia ya lo han hecho.
Sin embargo, Nicolás Sarkozy había declarado en su momento: “Ser un europeo consecuente y un hombre político responsable es no hacer como si después del ‘no’ francés a la Constitución Europea ¡nada hubiera pasado! Los franceses nos han dado un mensaje, que yo quiero tener en cuenta”. Esto era en junio de 2006…
Como aparentemente su elección como presidente le dio carta blanca para anular la expresión de la voluntad popular en materia europea, acaba de lograr que más de tres cuartas partes (...)