Diez años de aumento. Al igual que en España y Gran Bretaña, en Francia los precios de los bienes inmobiliarios literalmente explotaron entre 1998 y 2008. Durante este periodo, “la vivienda se encareció un 160% en el interior y un 180% en París”, recuerda Laurent Quignon, economista del banco BNP Paribas. Según él, “apenas el 40% de la subida se justifica por factores estructurales, como el aumento poblacional y la escasez de viviendas”. Una observación compartida por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en un estudio reciente calcula que el mercado inmobiliario en Francia estaría sobrevalorado en un 17%.
Esta subida de precios –así como el aumento del volumen de las transacciones (más del 37,6%)– ha impulsado el desarrollo de agencias inmobiliarias, cuyo número pasó, durante esta década, de 17.000 a 32.000. La posibilidad de cobrar cómodos honorarios por cada transacción las ha impulsado, en gran medida, a mantener un discurso (...)