A comienzos de 2011, entró en vigor la cuarta revisión de la Ley sobre Seguro de Desempleo (LACI). Como las revisiones anteriores, endureció considerablemente las condiciones de acceso a las subvenciones y restringió el derecho a esa prestación. Este endurecimiento permitió que la tasa de desempleo oficial se mantuviera relativamente baja: 3% en 2012, según la Secretaría de Estado para la Economía (SECO). Si se confía en los criterios de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), ese mismo año fue del 4,1%. Entre los desocupados que se benefician del seguro de desempleo, un 13,5% fue asignado a una “medida de ocupación”, y más de cuarenta mil siguieron un programa de empleo temporal. Los desocupados en “medidas activas” no son contabilizados como tales por SECO, que censa únicamente a aquellos disponibles de inmediato para ser reincorporados a un empleo.
La ley no determina ninguna directiva acerca del perfil de las personas, ni (...)