El pasado 10 de enero, durante la sexta reunión del mecanismo de Defensa 3 + 1 compuesto por Argentina, Brasil y Paraguay para la seguridad en la Triple Frontera común, el vicecanciller de Paraguay Antonio Rivas Palacio declaró de manera oficial que “se sataniza inmerecidamente” la zona. Entre las conclusiones de la reunión se señalaba que después de años de investigación, “no han sido detectadas actividades de terrorismo operativo en el área”.
La alarma por las presuntas células de Al-Qaeda en la zona de la Triple Frontera y en particular en la paraguaya Ciudad del Este (donde reside una importante comunidad libanesa) sirvieron a Washington para enviar marines a una región que alberga la tercera reserva de agua dulce más grande del mundo: el Acuífero Guaraní, el sistema de cuencas subterráneas compartido por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, cuyas zonas de más fácil acceso desde la superficie se encuentran casi todas (...)