Los tres movimientos armados en la lucha contra los Estados británico, español y francés han sobrevivido varias décadas a otras organizaciones clandestinas surgidas de “naciones sin Estado” en el País Vasco, en Bretaña, en las Antillas Francesas, en Cataluña, en Gales o en Escocia… También han sobrevivido a numerosas luchas armadas de extrema izquierda que marcaron la Europa de los años 1970 y 1980: Fracción del Ejército Rojo en Alemania, Brigadas Rojas en Italia, Acción Directa en Francia, Organización Revolucionaria 17 de Noviembre en Grecia, por citar tan solo las más célebres.
La perennidad del IRA, de ETA y del FLNC se explica ante todo por su arraigo en los respectivos territorios. Ni la represión ni las disoluciones impelidas por los Estados pudieron erradicarlos. A pesar de la estigmatización de la “opción de las armas”, estas organizaciones clandestinas no fueron consideradas “terroristas” por los cuerpos sociales de las que surgieron. Estrechamente (...)