Honduras y Guatemala son dos de los países del mundo en que la violencia sistemática requerida por las multinacionales dedicadas a la extracción de materias primas y ejecutada por sus compinches de las élites locales oligárquicas se ejerce más impunemente y de forma más brutal.
En ese contexto, la defensa de los territorios de las diferentes comunidades rurales se convierte en un acto de arriesgada resistencia que con frecuencia se paga con la vida. Este libro de Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) da la oportunidad de conocer la lucha de las heroínas y los héroes que defienden tierra, bosques y ríos de la depredación codiciosa, irresponsable y con frecuencia criminal de grandes corporaciones transnacionales, élites corruptas, aparatos de Estado en manos de la extrema derecha y despiadados sicarios de diferentes tipos que ejecutan los intereses de sus amos bajo el amparo del ideario neoliberal.
Sánchez, conocido periodista y fotógrafo y beligerante defensor de los derechos humanos, da voz e imagen a quienes difícilmente vemos en los principales medios de comunicación, a los silenciados por los grandes grupos mediáticos que elaboran sus agendas informativas de acuerdo con los intereses del poder.
Las imágenes son directas, explicativas y cargadas de contexto. Esta obra es una guía para quien quiera usar la fotografía para aclarar la realidad del mundo en vez de embrollarla con estrategias de ocultamiento disfrazadas de vanguardismo y justificadas desde el discurso estético posmoderno, el que corresponde en el ámbito del arte y la cultura al actual estadio del capitalismo.
Activistas por la vida es un canto al coraje, a la resistencia y a la esperanza; un ejemplo de la fuerza de la imagen y la palabra en relación de recíproco refuerzo: un compendio de información sobre la realidad de estos dos países que harían bien en leer los responsables periodísticos de nuestros domesticados medios de comunicación “de referencia”.
Es imposible resumir los contenidos del libro: no hay fragmento de imagen ni renglón de texto que no esté justificado; no hay página que no contenga información fundamental vibrante de verdad y de rebeldía. Es ésta una obra construida con esfuerzo, con la colaboración de diferentes entidades solidarias, como Entrepueblos y la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, con el tenaz y a contracorriente soporte de la colección de fotoperiodismo de la editorial Blume y, sobre todo, con la aportación indispensable y arriesgada de estas y estos setenta activistas, cada uno de cuyos estremecedores testimonios da para un libro o un documental.
Campesinas y campesinos, estudiantes, periodistas y líderes de comunidades indígenas que defienden el derecho universal a salvaguardar el medio natural son la primera y más arriesgada línea de combate del activismo frente al extractivismo. Los relatos que aportan acerca de las violencias de todo tipo, amenazas, torturas, violaciones, desapariciones y asesinatos que sufren quienes reclaman justicia en Honduras y Guatemala debería provocar una reacción internacional que los intereses de las élites económicas mundiales se encargan de desactivar a través del control de la información. Ojalá la publicación de este libro sirva para darles relevancia y protección.
Finalmente, esta obra es también la demostración de que los fotolibros pueden y deben ser algo más que bellos objetos de colección. Y de que la verdadera belleza reside, precisamente, en la verdad.