La caída de los precios del petróleo marca de modo considerable una restricción muy inquietante para las arcas públicas de Venezuela. El precio del petróleo ha sufrido una de sus mayores caídas desde hace décadas. En junio del 2014, el precio por barril alcanzó los 115 dólares. Pero en el año 2015 acabó por debajo de 40 dólares; y en 2016, continuó a la baja. Hay otro factor clave: el interés especulativo de los grandes capitales mundiales que, a partir de los mercados de valores futuros, imponen los precios en el presente. No será fácil estimar qué sucederá con este fenómeno en el corto plazo. Es todo demasiado imprevisible.
Indudablemente, esto supone una importante restricción para las economías petroleras. La caída de las divisas disponibles para la política económica venezolana es un hecho irrefutable. El mismo Presidente Maduro presentó datos alarmantes: en enero de 2016 sólo entraron al país unos 77 (...)