En América Latina, el comienzo del siglo XXI coincidió con un giro político progresista decidido desde las urnas. Hugo Chávez había sido elegido presidente en Venezuela en 1999, mientras que el 1 de enero de 2003 iniciaba su mandato presidencial en Brasil el entonces recién elegido líder sindical Luis Inácio Lula da Silva. Pocos meses después lo hacía Néstor Kirchner en Argentina. Abrían con ello una nueva etapa en Latinoamérica con un efecto dominó hacia la izquierda que marcaría la década y media siguiente en toda la región. En Chile, la socialista Michelle Bachelet alcanzaba el poder en 2006, el mismo año en que lo hacía en Bolivia el primer líder indígena del continente, Evo Morales. Le seguirían Rafael Correa en Ecuador (2007), Daniel Ortega en Nicaragua (2007) y, algo después, entre otros, el carismático José “Pepe” Mujica en Uruguay (2010).
Si algo caracterizó a dichos gobiernos fue la implementación de nuevas (...)