Los desafíos sociales a los que el mundo debe enfrentarse están muy subestimados: 1.400 millones de personas todavía viven con menos de 1,25 dólares diarios, y en torno a 5.100 millones de personas, es decir, tres cuartas partes de la población mundial, no están cubiertas por una seguridad social apropiada. Así pues, un número muy alto de personas permanecen desprotegidas ante los nuevos desafíos mundiales, que van acompañados de profundas repercusiones nacionales y locales. La persistencia de un número tan elevado de “excluidos” representa una pérdida de potencial económico y humano, y reviste especial importancia para los países que no ofrecen sino una cobertura sanitaria insuficiente, en un contexto de envejecimiento demográfico acelerado.
Una proporción sustancial de los pobres en el mundo tiene poco o ningún acceso a los servicios sanitarios porque simplemente carece de los medios. Por tanto, no solamente se trata de obtener la disponibilidad de los servicios requeridos, (...)