Según la televisión estatal iraní, varios manifestantes detenidos en junio de 2009 habrían admitido haber actuado “bajo la influencia de la BBC y de la Voice of America (la Voz de Estados Unidos)”. Los medios de comunicación oficiales han denunciado hasta la saciedad las injerencias occidentales, y en primer lugar las del Reino Unido, dos de cuyos diplomáticos fueron expulsados de Teherán. Podría no verse en ello más que la propaganda de un Estado que elige chivos expiatorios para la venganza popular. Excepto que, en la memoria colectiva del pueblo iraní, la historia contemporánea ha estado marcada al rojo vivo por intervenciones extranjeras e intentos de división, en primer lugar aquellos llevados a cabo por “la pérfida Albión” designada hoy como el enemigo nº 1, incluso por delante de EEUU.
Después de largas crisis, el Estado iraní moderno renació, en el siglo XVI, con la instalación de la dinastía de los (...)