La grave crisis actual estalló en el sector de la economía real (industria, empleo, consumo) estadounidense y migró hacia la esfera financiera. Luego volvió al sector real, pero en todo el planeta. Sus efectos se hacen sentir de nuevo, ahora, en el sector real tanto en Estados Unidos como en los países europeos. En Europa, el año 2009 se está caracterizando por una recesión de magnitud variable. Pero estos efectos no son tan fuertes en algunos de los llamados “países emergentes”. En el grupo Brasil-Rusia-India-China (BRIC), por ejemplo, el crecimiento superará probablemente el 5%.
La actual crisis demuestra la importancia de las interacciones entre la economía real y la economía financiera, y viceversa. La crisis sólo es financiera en los mecanismos que la hicieron brotar. Sus orígenes verdaderos hay que buscarlos en configuraciones de la economía real que crearon una ilusión de crecimiento, pero que no se podían sostener en el (...)