Los dramáticos acontecimientos de Marzo de 2004, en Madrid y en toda España, no pasarán sólo a la historia de la ignominia terrorista y de su impacto sobre las relaciones internacionales, o a la teoría política y la sociología electoral. Insoslayable, atravesando todas las perspectivas, se mantendrá un hilo conductor comunicativo que será necesario investigar con más tiempo y mayor distancia: sobre todo las funciones y relaciones entre clásicos y nuevos medios de comunicación –sobre viejas y nuevas redes de sociabilidad- en un entorno de crisis extrema; y sobre las reacciones de una ciudadanía activa frente a un sistema comunicativo profundamente deteriorado e incapaz de servir como savia informativa, resorte indispensable de reacción y defensa de una sociedad democrática.
Una memoria histórica endémica
“No emitirás falso testimonio”; “No queremos la sociedad de la
sospecha”; “No a la manipulación informativa, no al terrorismo”…, la profusión de mensajes críticos sobre la (...)