El 31 de diciembre, el gobierno colombiano extraditó al comandante de las FARC, Simón Trinidad, hacia Estados Unidos, donde será acusado de tráfico de drogas, toma de rehenes y complicidad con terroristas. Capturado el 2 de enero de 2004 en Quito (Ecuador), fue uno de los principales negociadores de la oposición armada durante las negociaciones de paz llevadas a cabo con el gobierno de Andrés Pastrana entre 1999 y 2002. Esta extradición podría cerrarle la puerta al “intercambio humanitario” –personas secuestradas por las FARC a cambio de guerrilleros prisioneros– propuesto por la guerrilla y hacer que esta última se mostrara más intransigente que nunca. Lo que vendría de perlas para relanzar, al mismo tiempo, el Plan Colombia…
El 13 de diciembre de 2004, un emisario internacional de la comisión político-diplomática de las FARC, Rodrigo Granda, fue secuestrado en plena calle, en Caracas. Miembros de la Guardia Nacional Venezolana –más tarde detenidos– (...)