“En un momento en que los pueblos árabes reafirman su búsqueda de democracia, en lo que se ha dado a conocer como ‘la primavera árabe’, ha llegado la hora de la ‘primavera palestina’, el tiempo de la independencia”, declaraba Mahmoud Abbas ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 23 de septiembre de 2011, ante los nutridos aplausos de la audiencia. Un año después, cuando el presidente de la Autoridad Palestina vuelve a hablar ante la misma Asamblea, la independencia parece más inalcanzable que nunca.
La primavera árabe ha abierto una era de exigencias democráticas sin precedentes en Oriente Próximo. En el contexto palestino, ha motivado a la población a reclamar de modo más insistente, cuando no el fin, al menos un examen crítico del proceso de Oslo, del régimen que de este surgió y del principio que lo funda: el de los dos Estados (...)