Con una esperanza de vida de 79 años, Costa Rica, que ocupa además el tercer lugar a nivel mundial en la protección del medio ambiente, es un país con importantes logros históricos. Cuenta también con un sistema de seguridad social universal, y con una ininterrumpida vida democrática desde 1950.
No hay secreto para tales alcances: desde el siglo XIX, los gobernantes, en vez de practicar el laissez- faire, impulsaron políticas públicas en salud y educación. Al abolir el ejército en 1948, engrosaron aún más el presupuesto en educación. La “excepcionalidad” de este país resulta de la acumulación de capacidades humanas gracias a las políticas sociales que han procurado mitigar desigualdades. En 1990, contaba ya con los mejores indicadores de distribución del ingreso en América Latina.
Pero, desde hace unos años, la brecha de las desigualdades se ha ampliado, la pobreza no se ha reducido y nuevas formas de exclusión se han incrementado. (...)