Según la ley boliviana, las cooperativas son asociaciones sin fines de lucro fundadas en el trabajo solidario (Ley General de Cooperativas). Son uno de los tres actores de la producción de minerales en el país, junto a la empresa estatal –la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL)–, y a empresas privadas nacionales y transnacionales.
Las cooperativas mineras existen desde los años 1960, pero su número aumentó vertiginosamente a partir de 1985 y del desmantelamiento de la COMIBOL, que empleaba a miles de trabajadores. Ofrecían entonces el único medio para explotar las minas en un momento en el que las empresas privadas desertaban de un sector considerado como poco lucrativo. Su auge también se explica por la liberalización de la economía, que autorizó la libre comercialización y la exportación. El sector experimentó de nuevo un importante crecimiento con la subida de la cotización de las materias primas, a partir de 2002. El número (...)