En Galicia todo el mundo oye y entiende voces misteriosas. Entre ellas las que Manuel Rivas llama “bajas”, de las mujeres que se relacionan desde sus lares con sus maridos en alta mar, de los muertos que dialogan con sus familiares, de los animales entre ellos... Hay que estar familiariazado con el misterio, haber leído El Bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez, Memorias del sochantre de Álvaro Cunqueiro, o los cuentos de Anxel Fole o Rafael Dieste, para comprender que, desde niños, los gallegos discernimos las partes de real y de maravilloso que existen en la Galicia rural y marinera con sus creencias, supersticiones, leyendas y milagros susurrados durante la niñez.
Manuel Rivas jura y perjura que no se trata de un libro autobiográfico, pero el hecho es que, a lo largo de los capítulos, el autor recuerda o imagina sus vivencias, desde sus primeros años en el Monte Alto coruñés, (...)