El desfile parisino del 1 de mayo de este año mostró un aspecto inédito. Enarbolando insignias de la “CGT” (Confederación Nacional del Trabajo), “Droits Devants!!” (¡Derechos adelante!) y otras siglas de agrupaciones, cerca de cinco mil trabajadores “sin papeles” dominaron el cortejo de los tradicionales estandartes sindicales y políticos. Malíes, senegaleses, marfileños… Hasta ahora estábamos acostumbrados a cruzarnos con esos rostros negros africanos en las concentraciones reservadas a los extranjeros que viven en Francia. Pero he aquí que se presentaron en la más simbólica de las manifestaciones de la clase obrera francesa.
¿Quiénes son esos miles de hombres y mujeres que reclaman su regularización, de los cuales cerca de seiscientos, apoyados por la Confederación Nacional del Trabajo (CGT), desencadenaron huelgas en una docena de empresas de la región parisina, a partir del 15 de abril de 2008? Empleados en sectores como la hostelería, los restaurantes, la construcción, la seguridad, la limpieza, (...)