La posible victoria del Frente Nacional (FN) en las elecciones regionales de diciembre de 2015 en las regiones francesas de Nord-Pas-de-Calais-Picardie y Provence-Alpes-Côte d’Azur (PACA) ilustra la geografía electoral del partido de extrema derecha. Esta geografía apenas ha evolucionado desde las elecciones europeas de 1984, en las que el FN obtuvo alrededor del 10% de los votos: opone un arco oriental, que va desde el norte hasta los Pirineos orientales, a una mitad occidental mucho más reacia. Sin embargo, el espacio común de un FN del norte –social y popular, que seduciría a los obreros– como opuesto a un FN del sur –identitario y económicamente liberal, cada vez más orientado hacia los jubilados– ha sido un éxito estos últimos años (1). Esta oposición está lejos de ser pertinente.
El mapa electoral del FN no se corresponde con ningún tipo de herencia histórica. Se podría pensar que, en la mitad meridional del (...)