En vísperas de la fiesta nacional, el 17 de agosto de 2015, algunas familias se se concentran frente a las vitrinas polvorientas de un museo perdido en el sur de la gigantesca megalópolis de Yakarta. Allí se exponen fotografías antiguas, efectos personales y ropa manchada de sangre: reliquias de los “héroes de la nación”, seis generales y un teniente muertos en la noche del 30 de septiembre al 1 de octubre de 1965. “Asesinados por los comunistas”, rezan los carteles explicativos. Una historia oficial que no dice ni una palabra sobre las masacres desatadas esa sangrienta noche. Aunque en la actualidad aún subsistan dudas sobre los verdaderos instigadores de estos asesinatos, el enemigo público fue señalado rápidamente.
El 2 de octubre de ese año, el general Mohamed Suharto, a la cabeza del ejército, acusó al Partido Comunista (PKI) de intento de golpe de Estado y llamó a la aniquilación de sus (...)