El cineasta Theo Van Gogh, detractor del islam y provocador sistemático, había recibido amenazas de muerte tras la difusión televisiva, a finales de agosto de 2004, de su cortometraje Submission, una película de ficción que denuncia la discriminación y la violencia que sufren las mujeres en las sociedades islamitas. Su asesinato en plena calle, en Ámsterdam, perpetrado el 2 de noviembre de 2004 por un islamita radical holando-marroquí, Mohammed Bouyeri, generó fuertes tensiones intercomunitarias y una escalada de actos antimusulmanes. Algunas personalidades se preocupan por la creciente islamofobia en su país y uno de los rabinos más conspicuos, Awraham Soetendorp, no duda en comparar la situación de los musulmanes con la de los judíos durante el período de entreguerras, denunciando un clima en el que se coloca a todos los musulmanes en el mismo saco... del extremismo y del terrorismo.
Vista la situación, la comparación con la islamofobia y el antisemitismo (...)