Esta mañana, una vez que el ministro de Defensa ha jurado su cargo, le he dado la orden de que disponga lo necesario a fin de que las tropas españolas destinadas en Irak regresen a casa en el menor tiempo y con la mayor seguridad posibles”. Estas fueron las palabras pronunciadas por José Luis Rodríguez Zapatero el 18 de abril de 2004, sólo un día después de asumir la Presidencia. Cumplía así su promesa hecha un año antes.
El 12 de Octubre de 2003, cuando aún era candidato, Zapatero no se levantó de su silla, como hicieron los demás ministros, políticos, militares y diplomáticos, al paso de la bandera estadounidense, durante el desfile por el tradicional Día de la Hispanidad. Pero Washington no creía entonces que ese “subversivo” socialista pudiera destronar del poder al fiel José María Aznar. Pero lo destronó, en las elecciones del 14 de marzo de 2004, tres días (...)