La mañana del 18 de mayo de 2019, el celular de Alberto Fernández se puso a sonar de manera frenética. En menos de quince minutos, se acumularon cientos de mensajes de Whatsapp, un llamado tras otro, insistentes mails y mensajes de texto. Como en una coreografía espontánea, se sucedían los anuncios públicos de los precandidatos peronistas a las elecciones presidenciales de octubre renunciando a sus aspiraciones, mientras que los tuits de los gobernadores, que hasta el momento se habían mantenido en silencio, así como de los líderes sindicales, empresarios e intelectuales, mostraban su apoyo a un mismo candidato: el dirigente peronista al que bombardeaban con mensajes.
Pero la gran noticia, la que cambiaría radicalmente el escenario político y definiría las elecciones presidenciales, no había venido del mismo Fernández, sino de… Cristina Kirchner. Viuda del exjefe del Estado Néstor Kirchner (2003-2007), y ella misma presidenta del país (2007-2015), líder del sector más (...)