- Selçuk
Estamos en la estación de Lille-Flandres, en las primeras horas de la noche de un día laborable. Varios anuncios recuerdan al viajero la obligación de etiquetar el equipaje, pero lo que son viajeros, apenas los hay. No es de extrañar: el vestíbulo histórico cierra a las nueve, las salidas de trenes se vuelven muy poco frecuentes y la estación parece adormilada. El último tren de cercanías (los conocidos en Francia como TER, Transporte de Expresos Regionales) a Villeneuve-d’Ascq sale a las 22:08; a Roubaix y Tourcoing, a las 22:09; a Armentières, a las 22:13; y a Seclin (último TER de la noche), a las 22:27. Dentro del área metropolitana de Lille, los trenes atraviesan las localidades de Lomme y Lambersart —ambas de casi 30.000 habitantes— sin hacer parada. Las de Croix, Wasquehal y La Madeleine, con (...)