En las primeras horas del 24 de febrero de 2022, la aviación rusa bombardeó intensamente Ucrania y la infantería y los blindados de Moscú penetraron en el país desde el norte, el este y el sur. Pronto, los rusos intentaron cercar Kiev. Fueron los primeros días de una invasión que habría podido saldarse con la sumisión absoluta de Ucrania. Visto retrospectivamente, parece casi un milagro que no haya sucedido tal cosa.
Las evoluciones en los campos de batalla son relativamente bien conocidas. Algo menos lo es la intensa actividad diplomática emprendida por Moscú, Kiev y muchos otros actores que hubiera podido llevar a una solución del conflicto tan solo unas semanas después de su inicio.
A finales de marzo de 2022, se celebraron una serie de reuniones –tanto por videoconferencia como en persona– en Bielorrusia y, más adelante, en Turquía. Resultaron en un documento común, el llamado “Comunicado de Estambul”, en el (...)