Acusados de haber cometido 26 delitos contra las leyes federales de Estados Unidos, cinco cubanos: Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González, fueron detenidos en Miami, Florida, el 12 de septiembre de 1998. Los “cinco”, como se los llama desde entonces, habían llegado a Estados Unidos procedentes de La Habana con la misión de infiltrarse en las organizaciones armadas de la comunidad cubana en el exilio, toleradas e incluso protegidas en Florida por los sucesivos gobiernos estadounidenses, para descubrir sus eventuales actividades terroristas contra Cuba.
La isla ha sufrido pérdidas humanas significativas (alrededor de 2.000 muertos) y costosos daños como consecuencia de las agresiones de que ha sido víctima durante décadas. Sus protestas ante el gobierno de Estados Unidos y ante Naciones Unidas han sido en vano. A comienzos de los años noventa , cuando Cuba se esforzaba por desarrollar el turismo, los anticastristas de Miami desataron (...)