La investigación de Global Witness confirma sobre todo la presencia de un eslabón débil entre las personalidades africanas denunciadas en el caso de los “bienes mal adquiridos”: Teodoro Nguema Obiang Mangue, alias Teodorín, alias TNO, hijo del presidente de un país que tiene todos los rasgos de “la caricatura de una cleptocracia petrolera”, retomando las palabras del periodista estadounidense Peter Mass, autor del libro World, the violent Twilight of Oil. Mediante la malversación de los ingresos públicos obtenidos de la explotación de maderas preciosas y más tarde, desde el año 2000, de los provenientes de la extracción de petróleo, el círculo familiar de los Obiang habría reunido una fortuna estimada entre 500 y 700 millones de dólares. El 76% de la población ecuatoguineana –a pesar de un PIB oficial por habitante de 29 883 dólares– sigue viviendo bajo el umbral de la pobreza.
Tres asociaciones especializadas en la defensa de los (...)