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La victoria electoral de Barack Hussein Obama en Estados Unidos

Grandes esperanzas

La elección de Barack H. Obama a la presidencia de Estados Unidos, el 4 de noviembre pasado, constituye un acontecimiento histórico. Demuestra que, contrariamente a lo que algunos pensaban, el sueño americano sigue vivo. En apenas cincuenta años, es decir, en menos de dos generaciones, la sociedad estadounidense –sobre todo en los estados sureños– ha pasado del racismo institucional y del desprecio hacia las personas de color, a la designación del primer Presidente negro. Algo que sigue siendo impensable en cualquier país de Europa y en muchos Estados de América Latina.

Esta elección ha suscitado innumerables comentarios de entusiasmo. Proponemos aquí a nuestros lectores, por signficativas, las reflexiones de tres personalidades prestigiosas. Así como un extracto del emotivo discurso de la victoria de Barack Obama. Y, para medir el terreno recorrido en estos 45 años, un fragmento del célebre discurso de agosto de 1963 pronunciado frente al Lincoln Memorial de Washington por el reverendo Martin Luther King, quien sería asesinado en Memphis cinco años más tarde.

por Tariq Ali, diciembre de 2008

La victoria de Barack Obama supone un cambio generacional y sociológico decisivo en la política estadounidense. Es difícil, en estos momentos, predecir su impacto, pero las expectativas suscitadas entre la gente joven que ha impulsado a Obama siguen siendo grandes. Tal vez no haya sido una victoria arrolladora, pero sí lo suficientemente amplia como para permitir a los demócratas hacerse con más del 50% del electorado (62,4 millones de votantes) e instalar a una familia negra en la Casa Blanca.

El significado histórico de este hecho no debería subestimarse. Basta recordar que ha ocurrido en un país en el que el Ku-Klux-Klan llegó a tener millones de miembros capaces de desplegar un campaña de terror y muerte contra ciudadanos negros con el apoyo de un sistema jurídico discriminatorio ¿Cómo olvidar aquellas fotos de afroameri­canos linchados ante la mirada com­placiente de familias blancas que disfrutaban sus meriendas mientras contemplaban –para decirlo en (...)

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P.-S.

Este texto, del 10 de noviembre pasado, fue difundido por el sitio web www.sinpermiso.info

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