A pesar de que la carrera por la presidencia estadounidense se encuentra en su punto culminante y los responsables europeos estudian las consecuencias del brexit, los debates públicos sobre la seguridad se centran en la lucha contra el terrorismo internacional. Pero, aunque este tema sature el espacio mediático y político, juega un papel relativamente secundario en los intercambios entre generales, almirantes y ministros de Defensa. Ya que no son los conflictos de baja intensidad los que acaparan su atención, sino lo que ellos llaman las “guerras abiertas”: grandes conflictos contra potencias nucleares como Rusia y China. Los estrategas occidentales prevén un nuevo choque de ese tipo, como en los momentos más intensos de la Guerra Fría.
Esta evolución, que los medios de comunicación pasan por alto, genera importantes consecuencias, comenzando por el aumento de las tensiones en las relaciones entre Rusia y Occidente, dado que cada parte observa a la otra (...)