Resulta difícil enfocar correctamente una obra cuyos propios autores afirman no es ni un reportaje, ni un cuaderno de viaje ni un estudio sociológico. “¿Es una performance?”, se preguntan. Pese a descansar en los márgenes de multitud de géneros, lo cierto es que su libro no excede formalmente ninguna de las características de la novela gráfica.
Eso sí, refleja perfectamente la personalidad de un autor tan pegado al expresionismo y a la percepción romántica del mundo como es Edmond Baudoin. Bien conocido por los aficionados a este género desde El viaje, el gran público quizá le haya leído en obras recientes como Dalí o Viva la vida. Los sueños de Ciudad Juárez.
Precisamente en la estela de esta última, acompañado de nuevo por Troubs, Baudoin recorre Colombia hasta el corazón del Caquetá, donde nacieron las FARC. Allí van intercambiando retratos por recuerdos con todo aquel con el que tropiezan: gente humilde, (...)
