Entre el resultado de Emmanuel Macron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 23 de abril de 2017 y el obtenido por La República En Marcha (LREM) en la primera vuelta de los comicios legislativos el 11 de junio siguiente hubo una merma de más de dos millones de votos.
La promesa inicial de un maremoto electoral no se cumplió; la que batió récords en la segunda vuelta de las elecciones legislativas fue la abstención: más de 20 millones de electores, es decir más de la mitad de los inscritos, prefirieron irse a la playa ese día. LREM logró así la proeza de obtener, con apenas 7 826 432 votos, 308 escaños en la Asamblea –una mayoría absoluta que permitía a Macron respaldar su programa neoliberal–.
En julio de 2017, François Ruffin, representante electo de La Francia Insumisa, hizo circular una gráfica que mostraba la composición socioprofesional de la nueva (...)