Dejar que te fotografíen con un pequeño bigote estilo Hitler no facilita una carrera política. Y menos aún al otro lado del Rin. Lutz Bachmann, el fundador de Pegida (acrónimo en alemán de “Europeos patriotas contra la islamización de Occidente”), sabe alguna cosa al respecto. Las multitudes que solía reunir en Dresde se han disuelto a simple vista: los veinticinco mil participantes de diciembre de 2014 ya no eran más de tres mil a finales de marzo de 2015. Exceptuando esta ciudad, las concentraciones de los lunes prácticamente han desaparecido. También hay que decir que los opositores a Pegida solían manifestarse en mayor número que sus partidarios, a menudo deslegitimizados por la presencia de neonazis.
Que la capital de Sajonia sirva de feudo a Pegida, no es algo que sorprenda al periodista berlinés Pascal Thibaut, quien recuerda que “Dresde siempre fue tierra fértil para la extrema derecha. Desde los años 1930, (...)