El número de muertos causado por inseguridad alimentaria y hambre en los conflictos supera con creces la mortalidad causada directamente por la violencia, es decir, la falta de seguridad alimentaria y el hambre pueden provocar más muertos que la violencia directa. Así, entre los años 2004 y 2009, aproximadamente 55.000 personas murieron cada año como consecuencia directa de conflicto o terrorismo, mientras que la hambruna causada por sequía y crisis causó la muerte de 250.000 personas solo en Somalia entre 2010 y 2013.
El hambre aguda y crónica sigue siendo un problema mundial y el hambre severa puede llegar a existir incluso sin conflicto, como es el caso de varios países de Asia y África, que se enfrentan a niveles alarmantes de hambre a pesar de su reciente historia relativamente estable y pacífica.
Pero es en los casos de conflicto cuando la situación empeora y las condiciones se agravan.