El serbocroata a menudo es presentado como una lengua artificial, una pura creación política del siglo XIX. En efecto, la voluntad de unificar y de normalizar las hablas de las poblaciones eslavas del sur de Europa es indisociable de la afirmación de una identidad común a estos pueblos, repartidos entonces entre varias dominaciones políticas. Fue durante la Convención de Viena, en 1850, cuando algunos intelectuales serbios y croatas se pusieron de acuerdo para unificar las variantes de la lengua que iba a tomar el nombre de “serbocroata”. Su normalización fue dirigida por el serbio Vuk Karadzic (1787-1864) y por el croata Ljudevit Gaj (1809-1872), líder del movimiento unitario ilirio, que eligió el dialecto estokavo para sus periódicos y la construcción de la lengua literaria croata, aunque no era el hablado en Zagreb.
El caso muy particular de la lengua francesa, concebida desde la ordenanza de Villers-Cotterêts (1539) como un elemento de (...)