¿Cómo salir del consumismo? Ampliando el periodo de garantía de los objetos. Una simple constatación justifica esta propuesta: el 80% de las mercancías averiadas dentro del periodo de garantía se devuelven al vendedor o al fabricante para su reparación. Por supuesto, la proporción varía según el caso: nos aferramos menos a una impresora que a un reloj y esperamos que este último dure más tiempo, incluso cuando ambos cuestan lo mismo. Esta cifra poco conocida, pese a representar una estimación global, indica que la aplastante mayoría de los consumidores hace valer su derecho cuando se presenta la ocasión.
Ahora bien, en cuanto expira el periodo de garantía, el porcentaje de reparaciones desciende a menos de la mitad –no llega a un 40% en el caso de aparatos eléctricos y electrónicos, por ejemplo–. Con o sin razón, el comprador considera entonces que es más práctico y/o menos costoso comprar una tostadora nueva (...)