“Está terminantemente prohibido llevar cadenas grandes con motivos contrarios a las costumbres colgados, como cráneos, expresiones indecentes, fotografías de personalidades, o hacerse piercings en lugares inusuales, como en el mentón o la boca, las cejas o la parte de arriba de las orejas, etc.”, dicta el mensaje de la “oficina de la unidad de supervisión y orientación” que cuelga de las paredes del campus reservado a las mujeres en la Universidad Rey Saud en Riad. Estas prohibiciones, violadas por muchas alumnas, están dirigidas a los diferentes estilos minoritarios que se han ido desarrollando en el lugar, en especial los góticos, los emo (de emotional, estilo inicialmente vinculado con un estilo musical que se caracteriza por la ropa y el maquillaje oscuros) y los buya.
Este último neologismo se forma a partir de la palabra inglesa boy a la que se agrega el sufijo árabe de feminización a. En varios países de (...)