En el libro La Memoria Biocultural, Víctor Toledo y Narciso Barrera desvelan a partir de estadísticas de la FAO que alrededor de 1980 tuvo lugar un fenómeno demográfico muy relevante para la humanidad y para todo nuestro Planeta. En algún lugar, la desaparición de un campesino o campesina inclinó la balanza y el número de personas que trabajan la tierra pasó a ser menor que el de quienes solo consumen. En términos generales podríamos decir que las sociedades agrarias o rurales, diez mil años después, empezaron a ser minoritarias. Se cuenta también que dos investigadores norteamericanos fijaron el 23 de mayo de 2007 como el día en que, por primera vez en la historia, la población urbana empezó a ser mayor que la rural. Las urbes, con 3.303.992.258 personas, acumulaban la mitad más uno de la población.
Décadas después, estas dos realidades interconectadas se han agravado considerablemente y tanto el despoblamiento (...)