Países como Bolivia, Ecuador o Perú son muy ricos en recursos naturales, sin embargo sus poblaciones alcanzan altos índices de pobreza. Las actividades extractivas de petróleo, gas, minerales o madera que se desarrollan en sus territorios responden a un modelo económico neoliberal en el que se privilegian los intereses privados de las empresas multinacionales por encima del interés público de la sociedad. Esto ha generado numerosos conflictos en los que sectores sociales como los pueblos indígenas, en cuyas tierras se localizan buena parte de estas riquezas, exigen respeto a sus derechos y participación en los beneficios. En ocasiones, la tensión social ha sido generalizada llegando a forzar la salida de los gobernantes como en Bolivia o Ecuador. Pero, son muchos los conflictos que viven de forma aislada las comunidades indígenas que luchan por hacer respetar la legislación internacional que protege sus derechos.
Un modelo económico antineoliberal y la nacionalización de los (...)