En 2002, Blake Hurst, un granjero conservador del Estado de Misuri, replicó al periodista David Brooks, que había hecho una descripción psicológica poco favorable de la América “roja” de George W. Bush (en las jornadas electorales, se identifica con color rojo a los Estados que votan por los republicanos, mientras que los Estados que votan por los demócratas, en general situados a lo largo de las costas, son indicados en azul). El texto de Hurst, del que reproducimos algunos pasajes, hizo las delicias de la derecha estadounidense, y desde entonces ha circulado mucho.
David Brooks regresó de su expedición por el interior del país, e informa que la gente de la América “roja” somos más tontos, más pobres y peor vestidos que los de la América “azul”. Al menos sus datos muestran que nuestras esposas tienen más orgasmos. Según Brooks, los habitantes de los Estados costeros azules leen más libros, van (...)