Cada día leemos una página del libro de nuestra vida, pero no la buena. Y cada día volvemos a empezar. Así, tras el desastre de Cao Bang, como si un militar de alto rango pudiera cambiar las cosas, De Lattre de Tassigny fue nombrado alto comisionado y comandante en jefe de Indochina. De Lattre llegó a Saigón a principios de diciembre de 1950, desarrolló a marchas forzadas el ejército nacional vietnamita y obtuvo con él efímeras victorias mediante inéditas concentraciones de tropas y bombardeos de napalm, que fue uno de los primeros en emplear de manera masiva.
Finalmente, De Lattre dio la vuelta al mundo para defender la causa de Indochina, la causa del mundo libre. Se entrevistó con Truman en Washington y con el Papa en Roma. Pero, sin duda, el momento estelar de su gira no fue ni su media hora en la Casa Blanca ni su visita al (...)