arruecos no es una democracia, pero la ‘primavera árabe’ significó un verdadero avance (hacia ese objetivo). ¡Para nuestro país, es una revolución!”. Según Mustafa Ramid, ministro de Justicia en el gobierno de coalición dirigido por primera vez por un islamista, Abdelilah Benkirane, y por su Partido Justicia y Desarrollo (PJD), fue algo inesperado. Ramid había sido hasta entonces un disidente en el seno del partido islamista, que exigía reformas políticas como condición previa a la participación en las elecciones.
Paralelamente a las manifestaciones que comenzaban en otras partes del mundo árabe, miles de personas salieron a las calles de Rabat, Casablanca, Tánger y Marrakech, el 20 de febrero de 2011. Exigían una nueva Constitución, un cambio de gobierno y el fin de la corrupción. El 9 de marzo de 2011, el rey Mohammed VI respondió inteligentemente a estas exigencias con un discurso en el que anunciaba diferentes reformas. El 17 de (...)