Después de los referendos realizados en Francia y Países Bajos en 2005, el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) abandona el vocabulario constitucional que caracterizaba al Tratado Constitucional Europeo (TCE) y que tenía la finalidad de “grabar en mármol” los principios liberales. Además, simbólicamente, la “competencia libre y no falseada” desaparece de los objetivos de la Unión. Sin embargo, más allá de estas modificaciones, el TFUE tiene la finalidad de hacer ratificar la casi totalidad del contenido del TCE.
Retoma especialmente sus disposiciones institucionales: un presidente del Consejo Europeo elegido por los miembros de ese Consejo por dos años y medio, renovable una vez; un Alto Representante para las Relaciones Exteriores y la Política de Seguridad Común (denominado ministro de Relaciones Exteriores en el TCE) que, por otra parte, es Vicepresidente de la Comisión; a partir de 2014, un sistema de doble mayoría (55% de la cantidad de Estados, (...)
