- Thierry Mandon. — Tableau vivant, 2007-2008
“¿Mi salud?”
Émilie, sentada bajo un plátano de sombra en Privas, la prefectura de Ardèche, rompe a llorar.
“Es muy sencillo. Los pocos dentistas que quedan aquí no aceptan nuevos pacientes. Se lo pedí por favor... Pero no me hicieron caso. Acabaron enviándome a urgencias, que se negaron a atenderme y me aconsejaron que llamara al 15 [número de teléfono del Servicio de Ayuda Médica Urgente, SAMU]. Cuando llamé al 15, me dijeron que ellos no eran dentistas...”.
Con un nudo en la garganta, prosigue: “Así que, desde hace años, mañana, tarde y noche, me pongo yo misma el puente con pegamento después de cada comida. Porque se me cae cada vez que como. Y se me está pudriendo la boca”.
Los médicos de cabecera de la ciudad (al menos tres de ellos acaban de (...)