Hay momentos en los que la historia en construcción se asemeja a una serie de campos minados cuya lista podemos, racionalmente, establecer con nitidez. Estamos en uno de esos momentos.
La novedad, a causa de la globalización acelerada, es que esos campos están interconectados de uno u otro modo y que, aun sin vínculo alguno –material o inmaterial–, la deflagración de una carga explosiva en uno de ellos puede provocar otra a miles de kilómetros de distancia. En definitiva, se trata de una declinación de la “teoría del caos” que puede tomar formas militares, políticas, económicas o financieras y, a menudo, resulta ser una combinación de varios de esos factores. Nos recuerda que el meteorólogo estadounidense Edward Lorenz, en 1972, resumió metafóricamente dicha teoría en una interrogación que cosechó gran éxito mucho más allá de su disciplina científica: “¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil provocar un tornado en Texas?”.
Del (...)