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Suplemento realizado por FAO (Naciones Unidas)

Panorama del hambre en el mundo

octubre de 2019

El hambre en el mundo está aumentando y alcanza ya la cifra de los 820 millones de personas. La región donde más está creciendo proporcionalmente es África aunque Asia sigue siendo la región con más hambrientos del mundo.Globalmente esta cifra supone aproximadamente el 11% del total de la población mundial, es decir, una de cada nueve personas (véase figura 1 y cuadro 2). Estas cifras ponen de relieve el inmenso desafío que supone lograr el objetivo del hambre cero para 2030.


La situación más alarmante se registra en África, donde desde 2015 la prevalencia de la subalimentación ha experimentado aumentos pequeños pero constantes en casi todas las subregiones. Esta ha alcanzado el 26,5% y el 30,8% en África central y en África oriental, respectivamente, con un rápido crecimiento en los últimos años, especialmente en África occidental.

El impulso de estas tendencias se debe principalmente a una combinación de factores, en particular los conflictos y los fenómenos meteorológicos extremos, que afectan actualmente a una serie de países de África. Por ejemplo, en los países del África subsahariana afectados por conflictos, el número de personas subalimentadas aumentó 23,4 millones entre 2015 y 2018, un incremento notablemente más acusado en comparación con los países no expuestos a conflictos.

Una repercusión en la seguridad alimentaria incluso más drástica y a más largo plazo parece estar asociada con la exposición a la sequía. Los países clasificados como sensibles a la sequía en el África subsahariana han experimentado un incremento de la prevalencia de la subalimentación del 17,4% al 21,8% durante los últimos seis años, mientras que, de hecho, en el mismo período la prevalencia de la subalimentación disminuyó (de una media del 24,6% al 23,8%) en los demás países de la región. El número de personas subalimentadas en los países sensibles a la sequía se ha incrementado un 45,6% desde 2012.

Este grave panorama general de la subalimentación en África se corresponde con el nivel de la pobreza en la región. Con un índice de recuento del 41%, el África subsahariana registró el 56% de las personas extremadamente pobres del mundo en 2015, según el Grupo del Banco Mundial. Sin embargo, no se trata solo de un problema de pobreza extrema. Incluso los países ricos en recursos de estas regiones siguen registrando tasas elevadas de subalimentación, lo cual sugiere que existen otros factores –como las estructuras económicas y las desigualdades subyacentes– que afectan a la estructura de los sistemas alimentarios y que todavía se debería hacer mucho más para mejorar la distribución y el consumo de alimentos.

En Asia, la prevalencia de la subalimentación ha descendido de manera constante en la mayoría de las regiones, alcanzando el 11,4% en 2017. La excepción es Asia occidental, donde la prevalencia de la subalimentación ha aumentado desde 2010 hasta alcanzar a más del 12% de la población. Este nivel observado en la región ocupa la segunda posición solo después de Asia meridional, que, a pesar de los grandes progresos realizados en los últimos cinco años, todavía es la subregión donde se registra la tasa de subalimentación más elevada, situada en casi un 15%.

En la subregión de Asia occidental, los países que se han visto afectados por conflictos o por levantamientos populares en los Estados árabes muestran un incremento en la prevalencia de la subalimentación desde un valor del 17,8% en el 2010 hasta un 27% de la población en el año 2018. La prevalencia de la subalimentación en los demás países de la región no cambió para ese mismo período.

En América Latina y el Caribe, las tasas de subalimentación se han incrementado en los últimos años, principalmente como consecuencia de la situación en América del Sur, donde la prevalencia de la subalimentación pasó del 4,6% en 2013 al 5,5% en 2017. El aumento observado en los últimos años se debe a la desaceleración económica experimentada por varios países, especialmente de Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación casi se cuadruplicó, al pasar del 6,4% en 2012-14 al 21,2% en 2016-18.

Por el contrario, las tasas de la prevalencia de la subalimentación en América central y el Caribe, a pesar de ser superiores a las de América del Sur, han disminuido en los últimos años. Esto se ajusta a la tendencia de crecimiento económico observada en estas subregiones, donde el PIB real aumentó a un ritmo del 4% aproximadamente entre 2014 y 2018, con tasas moderadas de inflación siempre por debajo del 3% en el mismo período.

El análisis de la distribución de la población subalimentada en las regiones del mundo muestra que la mayoría (más de 500 millones) vive en Asia. El número ha ido aumentado progresivamente en África, donde alcanzó casi los 260 millones de personas en 2018, de los cuales más del 90% vivían en el África subsahariana. Dadas estas cifras y las tendencias observadas durante el último decenio, lograr el objetivo del hambre cero para 2030 parece un desafío cada vez más abrumador.

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