¿Quiénes son, qué creen ser y cómo son vistas esas personas que se denominan “palestinos”? Para los ciudadanos occidentales, cuya larga tradición de sistemas estatales fomenta y sostiene identidades (escuelas, museos, fechas patrias, etc.) es difícil entender que para un palestino su identidad es mucho más compleja, móvil y simultánea (árabe en algún contexto, musulmana o cristiana en otro, de Naplús o de Jaffa, y finalmente palestina).
Lo fascinante de la narrativa palestina fue que logró afianzarse haciendo del fracaso una fuente constante de identidad, haciendo de la derrota una victoria. En ese sentido, el nacionalismo palestino no es menos real o más ficticio que cualquier otro tipo de nacionalismo, pero sí podría decirse que pudo desarrollarse “a pesar” de los otros nacionalismos de la región, especialmente del israelí y del jordano.
Al igual que todos los nacionalismos que se generaron en Medio Oriente durante el siglo XX, el palestino fue un (...)