La cita que encabeza este escrito es el subtítulo de un libro de Gary L. Francione, universitario americano que, en la edición de febrero de 2007 de Le Monde diplomatique, ponía de relieve una contradicción en el seno de las posiciones animalistas con relación al llamado Proyecto Gran Simio. No es ocioso señalar que Gary L. Francione es jurista de formación, lo que da a su tesis relevancia en un momento en el que, de las disquisiciones teóricas relativas a derechos de los animales (e incluso, en boca de algunos, derechos humanos) se está pasando a exigencias de concreción legislativa. Sinteticemos la cuestión.
Como el propio autor del trabajo nos recuerda, Francione participó en la gestación del proyecto Gran Simio y escribió ensayos sobre el asunto. Sin embargo en el artículo al que nos referimos, muestra su divergencia respecto al criterio mismo que sustenta el proyecto. A su juicio, lo que (...)