El 30 de agosto de 2007 Damien Hirst vendió en subasta su For the love of God por 100 millones de dólares, 15 días después caía Lehman Brothers. Probablemente ese verano tocó techo una forma de entender el intercambio comercial del arte y también nuestro especulador modo de vida. Atrás quedan ciertas actitudes y es absurdo abordar el mundo del arte sin asumir que la obra también es una mercancía, si bien no una cualquiera, rigiéndose por dinámicas específicas.
Nacho Ruiz, desde su condición de estudioso y como galerista, lleva años explicando con claridad y conocimiento el mercado del arte. En este libro nos sugiere entender el mundo del arte no como un ente abstracto idolatrado, sino como un fenómeno que pertenece a un “sistema” en el que participan distintos agentes más allá del productor (el artista), que le dan un valor a la obra teórica, institucional o comercialmente, identificando el (...)