En general, se suele remontar el nacimiento de la “diplomacia de las ciudades” a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando se pusieron en práctica los primeros hermanamientos de reconciliación franco-alemanes –por entonces se les llamaba “emparejamientos”–. El primero se firmó en mayo de 1950 entre Montbéliard y Ludwigsburg. En enero de 1963, cuando el Tratado del Elíseo selló la reconciliación entre los dos países, no había menos de 130. Entretanto, otros países se habían sumado a la partida: Troyes y Tournai (Bélgica) en 1951, París y Roma en 1956... “El hermanamiento es el encuentro de dos municipios que se asocian para actuar desde una perspectiva europea, para afrontar sus problemas y desarrollar entre ellos lazos de amistad cada vez más estrechos”, escribe el Consejo de Municipios y Regiones de Europa, un organismo creado en 1951.
Este ideal de fraternidad europea todavía figura entre las misiones de la diplomacia (...)